Impostora nace desde la duda y el impulso de crear igual, aunque no sepa muy bien cómo. Es una forma de hackear el síndrome del impostor y convertirlo en música: agarrar esa vocecita que dice “no sabes lo que estás haciendo” y contestarle con una grabación desde el celular : con un beat hecho de samples raros de un programa online y una letra que salió en una nota de voz. Todo parte desde la improvisación y la intuición.

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Es un proyecto que mezcla lo casero con lo emocional, lo experimental con lo cotidiano, y que pasa todo por una licuadora de géneros: pop, lo-fi, soul, house, funk, dance o lo que aparezca en el momento. Más que buscar el sonido perfecto, se trata de crear desde donde se está, con lo que se tiene a mano, y dejar que las canciones se armen solas. Como una conversación interna que se va dibujando en capas.